lunes, 15 de abril de 2013

Los castillos de la Loire


¡Hola a todos! Después de dos semanas de duro trabajo y horas de estudio, ¡he terminado la primera tanda de exámenes de este semestre! Acabé el viernes pasado, y para celebrarlo, y como recompensa al esfuerzo que he hecho, decidí hacer una excursión todo el fin de semana por los magníficos castillos de la Loire.
Una amiga y yo fuimos a inscribirnos unas semanas antes en el “club de jóvenes estudiantes en París”, una organización que se dedica a preparar excursiones y actividades para los estudiantes extranjeros que viven en París. Así que en cuanto vimos la excursión que proponían, reservamos plazas sin pensárnoslo.
La verdad es que ha sido un fin de semana fantástico, no solo por el paisaje y los castillos, sino porque conocimos a gente de todo el mundo. Eran personas muy distintas, de casi todas las edades, con culturas y vidas diferentes, pero a todos nos unía una misma cosa: París. Lo único malo fue que después de dos semanas durmiendo poco y levantándome muy temprano para estudiar, tuve que poner el sábado el despertador a las cuatro y media de la mañana… Pero bueno, la diferencia entre levantarme de madrugada para irme de viaje y hacerlo para sentarme al escritorio a estudiar es muy grande y, de hecho, gratificante. Así, a las seis y media estaba subiéndome al bus que nos iba a llevar de excursión. Por la mañana fuimos al château de Cheverny, que se encuentra en un pueblecito muy, pero que muy pequeño, pero que cuenta con un castillo y unos jardines preciosos. Luego fuimos a Blois, donde tuvimos dos horas libres para almorzar, visitamos el castillo y paseamos por la ciudad. Pasamos la noche allí y por la mañana salimos temprano hacia Chenonceau, que es, en mi opinión, el castillo más espectacular de todos; el jardín y el paisaje eran verdaderamente impresionantes aunque el interior del castillo me decepcionó un poco. Y finalmente, llegamos a Amboise, la ciudad de Leonardo Da Vinci. Teníamos dos opciones de visita, y mis amigos y yo decidimos ir a la casa de Da Vinci, un castillo que le regaló François I, donde vivió durante años y donde están expuestas todas las maquetas y  los dibujos de sus inventos.
Llegamos a París el domingo a eso de las ocho y media de la noche, cansadísimos, pero sin ganas de volver. La verdad es que ha sido una excursión que recomiendo a cualquiera que venga a Francia y tenga tiempo, no solo por los encantadores pueblitos y sus castillos, sino por el paisaje entero. A mí, la verdad es que, acostumbrada al paisaje un tanto árido de las islas, me fascinó ver tantos y tantos kilómetros de campos verdes, con sus granjitas, sus huertos y sus caballos.
La verdad, es que no hay nada como viajar…

                                                            Château de Cheverny


Château de Blois


                                                                     Paisaje Blois


                                                                       Paisaje Blois


                                                                      Paisaje Blois


                                                               Château de Chenonceau


                                                                 Jardines Chenonceau


                                                                Jardines Chenonceau


                                                          Château de Leonardo Da Vinci


Alba

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